jueves, 17 de noviembre de 2011

Escoja Sus Comparaciones Sabiamente

Muchos de nuestros sentimientos de satisfacción o insatisfacción tienen sus raíces en cómo nos comparamos con otros. Cuando nos comparamos con personas que tienen más, nos sentimos mal. Cuando nos comparamos con personas que tienen menos,nos sentimos agradecidos. Aunque la verdad es que en cualquiera de los dos casos tenemos la misma vida, nuestros sentimientos respecto a ésta pueden variar drásticamente dependiendo de con quién nos comparemos. Compárese con aquellos ejemplos que son significativos, pero que lo hacen sentir bien con quien es y con lo que tiene.

José es el mayor de los seis hermanos. Las edades de todos están entre los veintiuno y los cuarenta y dos. Su familia nunca ha tenido mucho dinero, y los hermanos mayores crecieron en circunstancias aun más modestas. Cuando José y los dos hermanos que le seguían en edad terminaron el colegio, comenzaron a trabajar. Sin embargo, cuando los tres hermanos menores terminaron el colegio, fueron a la universidad. Los hermanos mayores sienten como si les hubieran quitado algo. Como la ayuda financiera no era suficiente, no tuvieron la oportunidad de obtener una mejor educación.

Si se comparan con sus hermanos menores, José y los otros hermanos podrían sentir decepción y envidia. Podrían preguntarse: ¿Por qué tuvieron oportunidades que yo no tuve?. Pero si se comparan con muchos de sus amigos, hombres de su edad que tuvieron las mismas oportunidades que ellos, los hermanos se dan cuenta de que tienen más que la mayoría de sus amigos en cuanto a satisfacción en su trabajo y en su vida familiar.

Está claro que José no hubiera ganado nada privando a sus hermanos de sus oportunidades. Pero se siente mal cuando se compara con ellos. Entonces, la respuesta está en no hacer esta comparación. Los hermanos menores nacieron dos décadas después, en un mundo distinto y, en muchos aspectos, en una familia distinta. En lugar de entristecerse haciendo esta comparación, José y los otros hermanos mayores se pueden sentir orgullosos, tanto de sus hermanos menores como de ellos mismos, cuendo hacen una comparación más realista con aquellos que enfrentaron los mismos retos que ellos.

CONCLUSIÓN: A un amplio grupo de estudiantes se le pidió resolver un rompecabezas. Los investigadores compararon la satisfacción de los estudiantes que terminaron rápidamente con la de los que terminaron más despacio. Los que terminaron rápidamente pero se compararon con los incluso más rápidos se sintieron insatisfechos. Los estudiantes que terminaron el rompecabezas más despacio pero que se compararon con los estudiantes aun más despaciosos se sintieron muy satisfechos y tendieron a pasar por alto la presencia de los estudiantes que terminaron más rápidamente.


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