Por ejemplo: César realmente no conocía a sus vecinos. Agitaba la mano si los veía en el jardín, pero lo que principalmente veía eran enrejados altos y puertas cerradas.
César había comprado un computador hacia unos años con la intención de usarlo para su trabajo. Pero un dia que estaba sin mucho que hacer se encontró navegando en internet.Visitó varios sitios en los que gente con intereses comunes en libros, deportes y arte se reunía virtualmente para hablar de sus pasatiempos.
Durante su travesía electrónica, César inició una conversación con una persona en particular y pronto descubrió que tenían mucho en común y que disfrutaban enormemente conversando -aunque fuera por medio del computador-. Semanas después, durante una conversación con su nuevo amigo, la casa de César se quedó sin luz, se le apagó el computador y perdió la conexión. Cuando volvió la luz, César buscó a su nuevo amigo y descubrió que se había desconectado por un apagón al mismo tiempo que él.
Extrañados por la coincidencia, resolvieron divulgar su ubicación. Entre todos los sitios del mundo en que los dos pudieron haber estado, ya que el computador es capaz de unir personas de distintos paises e incluso de distintos extremos del mundo, resultó que César y su amigo ¡vivian en la misma calle! Durante el apagón, la luz se fue en ambas casas, que estaban a algunas puertas de distancia.
César aprendió una lección: Hay personas maravillosas lejos, en alguna parte, pero también hay personas matavillosas muy cerca, si uno se da la oportunidad de conocerlas.
CONCLUSIÓN: Las relaciones cercanas son de los factores más significativos para la felicidad, más que la satisfacción personal o la propia percepción del mundo como un todo. Si se siente cerca de otras personas, tiene cuatro veces más posibilidades de sentirse bien con usted mismo que si no se siente cerca de nadie
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